Sin resaca
The Hangover Part III (2013, Todd Phillips)

Starsmall Halfstarsmall

Original

          Todd Philips, director de las dos primeras partes de Hangoover, vuelve a ponerse al frente de la tercera entrega de la mano del guionista Craig Mazin, con quien co-escribiera, ya antes, la segunda entrega. R3sacon, titulada así en España, vuelve a sorprendernos, aunque esta vez con una tercera parte descafeinada en la que vuelven a Las Vegas.

 

          Después de la muerte del padre de Alan por culpa de su “carácter especial”, la familia y amigos de Alan deciden que es hora de que hacerle una intervención para intentar ingresarlo en un instituto de rehabilitación, cosa que solo aceptará si la manada le acompaña. Mientras eso ocurre en Estados Unidos, al otro lado del mundo, en Bangkok, Leslie Chow logra escapar de la cárcel -donde quedó confinado en la entrega anterior de la saga- organizando un motín como tapadera,. Estos dos sucesos son los que desencadenarán la serie de acontecimientos desafortunados y disparatados en los que nuestros protagonistas se verán involucrados. 

          La manada vuelve a la gran pantalla después de dos años, con sus protagonistas claramente más definidos. Podremos ver un Phil, Bradley Cooper (El lado bueno de las cosas, 2012), más serio, cogiendo el rol de líder y, por lo tanto, más pragmático frente a las adversidades; a Stu, Ed Helms (Sigo como Dios, 2007), que, aparte de ser un hombre de ciencia aportando sus conocimientos de medicina, sigue siendo la inseguridad en persona; y Alan, interpretado por el aclamado humorista Zach Galifianakis (Salidos de cuentas, 2010), el cual añade esa parte de locura al grupo que lo convierte en algo salvaje e intrépido, y cuya inocente ignorancia es la clave para la comedia de este film. Por otro lado, no hay que olvidarse Doug, Justin Bartha (La Búsqueda, 2004), que, aún siendo el papel menos atractivo, cumple siendo el cuarto eslabón de la manada, alguien, que como todos ya sabemos, no tiene protagonismo directo en las “Resacas”. Para completar el reparto, en esta entrega cuentan con John Goodman (Los Borrowers, 1997), encarnando al mafioso llamado Marshall que se las hará y deseará para atrapar a Leslie Chow, interpretado por Ken Jeong (Mal Ejemplo, 2008), el chino juerguista y vividor despreocupado que, junto con Alan, protagonizarán las mejores y únicas escenas memorables de la película.


          Después de una segunda parte, bastante criticada por ser casi un calco de la precuela, el director, co-escritor y productor se ha salido completamente de su propio esquema, se ha inventado una road movie, con un tono más maduro, que pierde ese humor gamberro y despreocupado de las dos primeras entregas, algo que, sin duda, las hizo famosas. Esta es la razón por la que nos encontramos un guión con menos gags -los pocos que hay los concentran en Alan y Leslie- y previsible, hasta tal punto, que pierdes el interés por lo que estás viendo, provocando que la comedia no tenga un ritmo de atracción continuo y, por lo tanto, haya momentos de indiferencia.

 

         Desgraciadamente, en el caso que nos ocupa, el desacierto con el guión hace que todo lo demás pase desapercibido, aunque el resto de aspectos hayan sido correctos.  El film tiene una fotografía notable, un montaje cautivador y una dirección correcta, pero aún así, al final, lo esencial en una comedia de estas características es el humor que puedas transmitir a los señores de la butaca que se dignan a pagar por entretenimiento.


          Un fiasco de final para una trilogía que podría haber sido “épica”, una idea brillante que muere de nuevo por el miedo a las malas criticas, cuando, en realidad, el trabajo anterior gustó y lo único que se les pedía era cerrarlo a lo bestia, tal cual empezó la saga.



Por Santiago Maroto