Jackson y sus trilogías
El Hobbit: Un viaje inesperado (2012, Peter Jackson)

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Original

          El enorme impacto que generó la trilogía de Peter Jackson de “El señor de los anillos” para no tener fin. Tras casi diez años , llega a nuestras pantallas el esperado estreno de “El Hobbit” precuela en la que el anillo único llega a manos de Bilbo.

          Desde que se supo que se llevaría al cine otra obra de John Ronald Reuel Tolkien, los rumores corrieron como el fuego ante la ansiada noticia. No ha sido una producción sencilla, sobre todo teniendo en cuenta el gigante referente y la expectación creada, sin embargo, la mayor sorpresa llegó al conocer que, de un solo libro, sacarían otra trilogía. La sospecha obvia de motivos comerciales detrás de este alargamiento, aparentemente, innecesario, creó cierta desconfianza entre los fans y, por consiguiente, frenó sus ansias ante el film.

          “El Hobbit: un viaje inesperado” tiene una estructura muy parecida a “La comunidad del anillo”, el primer film de la trilogía original. La presentación del protagonista, la creación del grupo de valientes guerreros, la aventura y el desafío tienen grandes paralelismos con su antecesora, lo cual lleva a pensar que, probablemente, tendremos, con estas nuevas entregas “más de lo mismo”.


 

          El gran aliciente y, probablemente, la gran diferencia se encuentra en la elección del protagonista de esta odisea. Martin Freeman encarna a Bilbo, el mediano que cambiará, con su granito de arena, el destino de toda Tierra Media. Este excelente actor británico que saltó definitivamente a la fama gracias a la excelente serie de la BBC “Sherlock”, toma las riendas del film superando, ya en las primeras escenas, a su personaje paralelo de la saga anterior, al enclenque y amanerado Frodo. No sólo es superado a nivel interpretativo, sino que, da la impresión de tener más capacidad para provocarnos empatía y convertirse en un pequeño gran héroe.


 

           Otro de los grandes puntos a favor del film es que, por mucho que no logre sorprender o aportar nada nuevo, el ritmo es trepidante, la acción es constante y mantiene la atención de principio a fin, durante sus casi tres horas, algo digno de alabar.

         Por lo que a la, sobradamente promocionada, proyección en un 3D a 48 fotogramas por segundo,  decir que esta innovación, aunque palia el deficiente visionado que provoca el uso de las gafas, no lo soluciona del todo y, de nuevo, el gran trabajo de fotografía queda ensombrecido por esta insistencia de tridimensionalidad.


           En conjunto, el film hará las delicias de todos los públicos-literalmente- y esperamos que el resto de las entregas estén, como mínimo, a la altura, pero, por muy grande que sea Smaug, va a ser complicado superar la complejidad, la profundidad y la epopeya detrás de tres grandes adaptaciones de la literatura fantástica como son “La comunidad del anillo”, “Las dos torres” y “El retorno del Rey”.

 

 

 

          

 



Por Silvia García Palacios