Entrando en la madurez
Una relación abierta (2017, Brian Crano)

Starsmall Starsmall Starsmall

Original

La película “Una relación abierta” o “Permission” en su título original, hace alusión a una temática muy actual que difícilmente se puede ver de forma natural -ni en todas sus formas- en nuestras pantallas. Y se presenta con un marco y estética muy habituales en el cine convencional y con un mix de parejas como personajes principales, muy al estilo “United Colors of Benetton”: una pareja heterosexual, otra homosexual, chico carpintero, chica artista, gay afroamericano, gay que quiere ser padre, etc... Intentando representar muy apretadamente el amplio abanico en el mundo del género y la sexualidad.  



Donde se desarrolla realmente la historia es en la necesidad del crecimiento personal y madurez de la protagonista, Anna, justo en la celebración de su 30 aniversario, al que solo se presentan su hermano y sus respectivas parejas, y donde salta a la vista que la relación perfecta con Will -la pareja de Anna- parece avanzar hacia un futuro con casa e hijos. Después de una buena borrachera y compartir experiencias sobre la sexualidad, surge la opción de darse el permiso a tener sexo con otras personas ya que nunca lo han experimentado y después de toda una vida juntos ¿cómo va a ser tan frágil su relación, no?


Es así como vamos moviéndonos en una relación tipo chicle, a ratos muy resistente, con una base muy buena de confianza y comunicación, y a ratos muy débil, ya que  exponerse a personas nuevas los obliga a redefinirse constantemente, explicar quién eres y quién quieres ser, reconocer que tu cuerpo es tuyo, sentir como sube la autoestima cuando esto sale bien y ver las cosas desde otras perspectivas.





Con este despertar sexual, Anna se encuentra con muchas cosas: el sexo en la cama con Will no era tan fantástico como pensaba, no todo el mundo mantiene relaciones sinceras, con respeto o formas, topándose con la realidad de la caza insensible y las relaciones abiertas encubiertas de las que nadie habla pero que aún así todo el mundo hace o sufre: las infidelidades. La pareja entra en una fase de miedo al exterior, miedo a perder lo que tenían y una inestabilidad generalizada por la mezcla de emociones que experimentan respectivamente. Ya no saben quiénes son, qué quieren o si prefieren seguir en la comodidad de su tierna y entrañable relación.





La desnudez los lleva a trabajar la evolución emocional que dejaron pendientes cuando decidieron ser uno solo, retomando los deberes de la madurez, descubriendo sus márgenes, límites y tolerancias pero sobretodo aprendiendo las diferencias entre fidelidad y lealtad, sobretodo a uno mismo.  Anna asume su madurez y decide ser responsable de su propia independencia, asumir que la vida no es estática, y que ha llegado el momento de saber quien es ella sin más condimentos.



Por Shiroi Hana