Historia y paradojas para niños
Mr. Peabody & Sherman (2014, Rob Minkoff)

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Original

          Las adaptaciones no conocen límites. La última entrega de la factoría Dreamworks animation se basa en una pareja con más de cincuenta años de antigüedad: Mr. Peabody y Sherman, un perro y un niño respectivamente, que viajan continuamente atrás en el tiempo para presenciar momentos históricos determinantes y conocer a las personas más importantes a lo largo de siglos pasados. La doble intención, divulgativa y de entretenimiento, se agradece al ser algo que poco a poco cuesta más encontrar o incluso provoca un efecto totalmente opuesto (véase “Ice age: Continental drift”. Steve Martino y Mike Thurmeier, 2012).

 

          No hay que olvidar que la fuente original, “Peabody’s improbable history”, son segmentos de dibujos animados que pertenecen al bloque de la serie The Rocky and Bullwinkle show, emitida desde 1959 hasta 1964. Por otro lado, aun siendo Rob Minkoff (The Lion King, 1994) el director, es Dreamworks animation la responsable de la cinta y teniendo en cuenta sus franquicias (“Ice age”, “Madagascar”, etcétera) es evidente que la balanza de hacia quién va dirigida la cinta, en lugar de estar equilibrada, se inclina hacia el público más infantil. Los gags y los gestos de los personajes combinan lo mejor de la serie original, dirigirse al público rompiendo la cuarta pared y mostrar eventos históricos sutilmente, con lo peor del cine producido por Dreamworks, caras que hemos visto decenas de veces y bailoteos sin sentido.

 

          Sin embargo, lo más curioso de la película es que, a diferencia de correctas historias que contentan a infantes y a adultos con numerosos detalles y chistes, “Mr. Peabody & Sherman” dedica una hora y cuarto a los más pequeños para que en los últimos quince minutos tenga lugar un cambio brusco y la cinta se dirija a adolescentes, jóvenes y adultos. Dichos quince minutos contienen desde gags de índole sexual hasta referencias culturales que requieren conocimientos previos, pasando por las inevitables y populares paradojas que provocan los viajes en el tiempo que, al parecer, actualmente son de fácil comprensión para todos.

 

          Técnicamente se aprecia el esfuerzo en cuanto a las numerosas localizaciones que muestra, haciendo hincapié en detalles arquitectónicos de ciudades famosas, pero le pesa el diseño de los personajes, bastante vulgares y similares -o recordando peligrosamente a algunos de otras películas-. Siguiendo el modelo de otras tantas, no pretende representar la realidad de la manera más fiel posible, sino únicamente adaptar dibujos animados clásicos a las tres dimensiones. Aun así, algunas texturas como el agua, la arena o incluso el hocico de protagonista perruno, sorprenden bastante.

 

          “Mr. Peabody & Sherman” no es una producción fallida, entretiene a lo largo de su corta duración y tiene un giro de guión (pese a que este apenas sorprende al ser completamente retratado en el cartel promocional principal) que la levanta de cara a su conclusión, cuando puede empezar a parecer repetitiva. Aun así, dicho giro también es su único punto en contra al convertirla demasiado tarde en algo interesante para todos los espectadores de la sala (de cine o de estar).



Por Iban Granero