El exceso puede ser bueno
The Lego movie (2014, Phil Lord y Christopher Miller)

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Original

        El cine estadounidense y comercial de animación lleva años empeorando a cada título que aparece o, por decirlo de otro modo, teniendo cada vez menos cintas decentes. Si a esto se le suma que la idea bizarra de adaptar al cine marcas de juguetes no cesa (“Transformers”, “G.I. Joe”, “Battleship”, etcétera), el hecho de que llegue una película con figuras y piezas de Lego como protagonistas puede parecer tanto algo horrible como un descarado anuncio de hora y media. Y sí, “The Lego movie” puede llegar a ser una buena promoción ya que incita enérgicamente a coger centenares de piezas y construir cualquier cosa…pero sus responsables se han encargado de que haya algo más que eso.

 

        El dúo de directores, guionistas y productores formado por Phil Lord y Christopher Miller, responsables de las éxitosas franquicias “21 Jump Street”, de imagen real, y “Cloudy with a chance of meatballs”, de animación por ordenador, han trabajado junto con Chris McKay, director durante tres temporadas de la surrealista y popular serie de stop-motion “Robot Chicken” (2005, Seth Green), y han sabido crear una historia ligeramente original repleta de colores, detalles, apariciones especiales –gracias a todos los derechos que Lego ha ido acumulando con los años- y algunos asuntos relevantes para padres e hijos. La película recuerda peligrosamente, en pequeñas ocasiones, a uno de los últimos éxitos de Disney, “Wreck-it Ralph” (2012, Rich Moore), con el que parece querer competir anteponiendo la creación y la imaginación por encima de los videojuegos.

 

        Además del cliché que lleva la premisa de la cinta, que cualquiera puede ser especial, la película trata otros temas a medida que avanza o incluso en su sorprendente recta final. Resulta ligeramente confuso que un juguete que siempre ha incitado a seguir instrucciones en lugar de motivar la construcción libre (¡a diferencia de Tente!) tenga una película en la cual se insista en todo lo contrario. Aun así, se agradece bastante el esfuerzo por dejar claro qué es lo correcto para un niño, así como muy, muy ligeras referencias a la novela “Brave new world” (1931, Aldous Huxley) o a los problemas que puede conllevar el trastorno obsesivo-compulsivo.

 


        Siguiendo la estela dejada por tantas otras películas de animación, las voces de cada personaje (e incluso las canciones) corren a cargo de caras conocidas del cine y la televisión estadounidense, muchas de ellas relacionadas con el popular programa Saturday night live. Obviamente, este es un factor que se pierde con el doblaje pero no por ello éste último es fallido, sino más bien todo lo contrario. Otro aspecto a tener en cuenta sobre cómo ver The Lego movie es el venerado y detestado 3D. Mientras que en otro tipo de películas no deja de ser un complemento que casi siempre llega a estorbar, en una cinta de animación realizada por ordenador (y que simula de manera excelente el stop-motion) es una mejora considerable.

 

        Para todo aquel que disfrute con el film, ya se puede adelantar que “The Lego movie” tendrá una secuela, dato confirmado antes de su estreno.

 



Por Iban Granero