Sitges 2025 - Cine empoderado




En su edición número 58 el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya ha vuelto a demostrar que el género está muy vivo con una programación para todos los gustos, llena de descubrimientos y reencuentros más que satisfactorios. El mejor cine de terror y fantástico se ha encontrado en Sitges un año más y pese a su leitmotiv, su impacto no es cosa de risa.



Cine empoderado

 

Uno de los deleites más grandes al encarar un festival es encontrar en su selección de obras nuevos puntos de vista y nuevas visiones, algo que para cualquier arte es su fuente de regeneración y evolución. En el caso que nos ocupa, destacaremos aquellas películas que tanto en su propuesta como ejecución son capaces de mirar más allá de lo establecido.

 

Uno de los ejemplos lo encontramos ya de saque con Mag Mag de la japonesa Yuriyan Retriever. Este film semi capitular, se compone de un episodio por cada ex novio inspirado en la vida personal de la directora -salvando distancias¿?- y cuyas perlitas personales brillan por su narcisismo, egolatría y, cómo no, ninguneo. Todo se adereza en una historia de venganza cruel cuyo ciclo ha de romperse de alguna manera. La mejor escena del film es la de sexo, la cual es dificil describir adecuadamente con palabras y de la que solo diremos que se trata de la penetración más visceral imaginable. I love you!






Para imaginación la que se halla en Dead Lover de Grace Glowicki. Esta versión del mito de Frankenstein no tiene desperdicio pues con dos actrices y un actor se interpreta a todo el elenco, toda la ambientación se crea con los mínimos necesarios e incluso los efectos parecen sacados de una obra teatral decimonónica, no en vano el formato escogido es el 4:3. Un gusto y placer por hacer cine independientemente de altos presupuestos, sin que ello lastre su sentido o mensaje. La Mad Doctor es una sepulturera que decide enfrentarse a la muerte y revivir el dedo de su amor, para el cuerpo se contenta con lo que hay y el género no será un problema, como tampoco lo es para les protagonistas y sus personajes, el intercambio de roles es maravilloso.  

 

Y para cambio de punto de vista, La hermanastra fea dirigida por Emilie Blichfeldt. Esta versión -la mejor y más fidedigna hasta la fecha- del cuento de la Cenicienta, está satisfactoriamente alejada de los cánones Disney, aquellos que nos han pervertido durante toda nuestra infancia (o cegado). El foco ya no está en la que da nombre al relato de los Hermanos Grimm, sino en su hermana política y por encima de todo, en la supervivencia. En un mundo en el que la mujer carece de derechos y su única forma de escapar de la miseria es el matrimonio, el príncipe es claramente el objetivo a conseguir. En esta carrera, la protagonista, bajo la férrea mano de su madre, hará lo indecible para conseguir el objetivo, transformará radicalmente su cuerpo, aguantará cirugías estéticas, padecerá dolores inenarrables y llegará a límites inhumanos para conseguir “su” meta. Aquí no se habla de amor romántico, el príncipe no es más que un burdo señoro sin importancia, aquí sólo impera continuar con vida.






La hermanastra fea, a través de un cuento clásico, pone sobre la palestra la superficialidad cultural a través de los cánones de belleza impuestos y autoimpuestos a las mujeres, la presión social por tener o mantener un estatus y la obsesión sin límites. Sirva el desenlace para abrir los ojos hacia alternativas quizás nunca vistas. Y en definitiva, recuperemos los relatos y libremoslos del filtro de la ignorancia.

 

Y de este modo maravilloso se introduce la nueva obra maestra del compañero Paul Urkijo Alijo, una oda al mismísimo sentido de la palabra aquelarre: Gaua.

 

 

La primera joya del festival nos presenta la Noche, como su título indica, enmarcada en tres capitulos inundados de folklore, brujería y reivindicación. Una mujer huye de su casa, escapa de su marido sin otra opción que adentrarse en lo desconocido, lo opuesto al día, en el bosque acechan fuerzas oscuras que logra esquivar gracias a tres ancianas de la villa, las cuales la acompañan al lavadero, su lugar seguro y libre para pasar las horas. Cada una explica una historia, pero en realidad son parte de un todo, el que determinará el destino de esa mujer. El film vuelve a adentrarnos en el imaginario del director vasco con la maestría a la que ya nos tiene acostumbradas, donde el Eguzkilore parece dar luz a todos los detalles tanto técnicos como artísticos. Empero, la trascendencia reside, como siempre, en el sentido de la obra, en esta ocasión, celebrando la noche como medio de transformación, liberación y reformulación de tabúes, miedos y cuentos establecidos. Siempre se ha dicho que la historia la escriben los vencedores, ya es hora de reescribirla y empoderarnos con ella. Gaua no es más que otro punto de vista, una realidad que desafía a abrir los ojos y a través de la falta de luz, encontrar la iluminación. Bravo.     

 

Cambiando el tono viajamos a las estrellas con Lesbian Space Princess de Emma Hough Hobbs & Leela Varghese. Esta entretenida obra de animación australiana es una sátira absoluta protagonizada por la princesa del planeta Clitopolis, sí, todas lesbianas, y su coming of age intergaláctico. La protagonista, tímida y cohibida, deberá superar sus miedos e intentar quererse un poquito a sí misma, como bien dicen las canciones de la película. En su epopeya deberá salvar a una exnovia narcisista de unos señoros con forma de papel blanco cuyo propósito es aprender a ligar y todo ello con la ayuda de una mega positiva viajera y una nave anclada en el heteropatriarcado del siglo XXI… Llena de chistes y referencias de estereotipos del patriarcado, la película es realmente una delicia muy divertida. 

 

A lares más oscuros nos movemos con Her Will Be Done de Julia Kowalski.

 

 

Nawojka parece abocada a tener el mismo destino que su madre y como ésta, mantener sus capacidades especiales ocultas en un mundo dominado por una testosterónica forma de pensar y hacer. La llegada de alguien que ha conseguido librarse de dicha miseria vital despertará sus ansias de ser ella misma y escapar del bucle de la ignorancia e incomprensión endémica de su sociedad. Con este planteamiento, este Carrie de la Polonia rural profunda arremete contra el patriarcado y sus locuras de la “razón”, un manifiesto contundente y sórdido del miedo, de nuevo a lo desconocido o quizás a aquello que hace desestabilizar el orden imperante. 

 

Si los poderes femeninos siempre se califican de brujeriles, un ejemplo más explícito de ello que el anterior film lo tenemos en CAMP de Avalon Fast. Para superar graves traumas, la joven protagonista se une a un lejano campamento de verano como monitora. Pronto sentirá acompañamiento y afinidad especialmente en un grupo de compañeras, en definitiva, brujas. Este nuevo descubrimiento abrirá un mundo de posibilidades para dejar atrás el dolor y avanzar más allá de lo imaginado. Un verano para no olvidar. 

 

Como inolvidable será Reflection in a Dead Diamond de Hélène Cattet & Bruno Forzani, Hélène Cattet.

 



El nuevo film las creadores de la maravillosa Amer, regresan para no defraudar en absoluto con una nueva maravilla del séptimo arte. Magos de la cinematografía, inventores y reinventores de la experiencia audiovisual se han atrevido, en esta ocasión, con los filmes de espías. He aquí el mejor Bond de la historia. El hilo conductor, la desestructuración de la historia, de los personajes y de la misma pantalla a través de los reflejos, emuladores de la piedra preciosa que aparece en el título. Las reminiscencias o fuentes de inspiración son regurgitadas y llevadas a su terreno de la forma más edificante para la espectadora que se deleita en cada plano que desvirtúan y pervierten de la mejor de las formas. Sin duda, tener la oportunidad de deslumbrarte en el cine es de aplaudir con los tiempos que corren, queda patente que no todo está hecho y para la que piense lo contrario…  



  

 

Si pudiera, te daría una patada de Mary Bronstein.

 

Con este sugerente título, Rose Byrne se pasea como la protagonista por antonomasia del filme y pasa con sobresaliente. Este día de furia femenino da un sentido nuevo al gaslighting mezclado con conciliación familiar en un tobogán de situaciones límite y al tiempo “cotidianas” que podrían desestabilizar a cualquiera. Un cuento de terror doméstico en el que el título en español se repite en la mente de todas a medida que avanza el cúmulo de desastres que acontecen a la sufrida Linda, la cual solo necesita, como se suele decir, una válvula de escape y un abracito. 

 

 

Y qué mejor acogida que la del un grupo mesiánico de Blood Shine film dirigido por Emily Bennett y Justin Brooks.

 



Clara tiene una misión, devolver al camino de la luz aquellas personas, digamos, descarriadas. En su periplo a lo Martyrs (2008) escoge a los candidatos rigurosamente y les “invita” a redescubrirse a golpe de martillo. El dolor es la vía que utiliza guiada por las indicaciones de sus maestres para moldear y conseguir el ansiado objetivo. Su último projecto, un director de cine perdido en su superficialidad, será todo un reto que incluso, por momentos hará temblar su propia convicción, pero nada que una buena convicción con toques de sangría no pueda solucionar. El film es un recorrido de la fe, un camino de espinas en el que los protagonistas caminan de rodillas en donde acaban confluyendo inevitablemente. El cameo de la maravillosa Toby Poser es una excelente declaración de intenciones.         

 

Así pues, seguimos con Mother of Flies de Zelda Adams, Toby Poser y John Adams, Toby Poser.

 



En el último trabajo de la familia Adams el recorrido de la convicción es el eje vertebrador en una historia que como es de esperar y agradecer nos habla de folk horror La protagonista ha agotado todas las posibilidades que la ciencia normalizada ofrece para curar su cáncer terminal, en su tesitura contacta a través de un sueño con alguien que le ofrece una alternativa En su viaje para reunirse con está misteriosa “curandera” le acompañará su escéptico padre. Pronto descubrirán que todo deseo conlleva trabajo y una dosis de dolor considerable, la magia se paga. El excelente trabajo de Toby Poser como la portadora de la fuerza de la nigromancia hace que te introduzcas lenta pero profundamente en el proceso mezclando admiración y temor por partes iguales. A la postre, todo se reduce a creer o no, la lucha es de cada una.

 

Y Marama de Taratoa Stappard demuestra que la lucha es siempre.

 



La grata sorpresa del Festival llega de Nueva Zelanda, un gothic folk horror maorí, ¡qué más se puede desear! La historia de base nos la conocemos, Brontë sembró las simientes, ahora bien, si añadimos al patriarcado victoriano, colonialismo y justicia generacional los puntos suben como la espuma. Es de destacar cómo Marama se centra en lo importante, en el mensaje, desestimando estereotipos fantasmagóricos que caracterizan las obras de igual temática. Para las espectadoras pueden resultar inquietantes las apariciones, pero la protagonista, lejos del rol de timorata institutriz, las entiende cómo lo que son, mensajes para llegar a la verdad, una verdad tan ofensiva como insostenible. El final es tan satisfactorio como emotiva fue la presentación del director, el cual nos brindó, con lágrimas en los ojos una oratoria maorí.  

   

 

Cerramos este primer bloque con otra adaptación de la Reina de las Nieves en The Ice Tower de Lucile Hadžihalilović.

 

Este parece ser el año de los cuentos, versionados, readaptados y recuperados en su significado original. En el film de la directora francesa la protagonista, una joven errante que trata de escapar de su realidad, queda cautivada por el personaje que Marion Cotillard está interpretando en un rodaje. La distante diva, a su vez, ve en la joven una fiel y refrescante seguidora y procede cual la historia de Andersen, atrapándola todo lo que puede en su reino gélido. Con un tempo lento y frío, la directora desarrolla un relato crudo y angustioso que da un punto de vista completamente diferente y añade capas de nieve.