Cobertura TIFF 2023. Primera parte

TOKYO INTERNATIONAL FILM FESTIVAL, EDICIÓN Nº36


De nuevo presentes y preparados para los 10 días que nos transportarán a diferentes rincones del mundo, nos permitirán conocer parte de esas culturas y, como no, disfrutar sin más, del cine en Mayúsculas.


En esta edición no hemos podido asistir a la rueda de prensa de presentación del Line Up, Jurado y secciones, por lo que vamos a ciegas en esta andadura del 2023 por el mejor cine asiático e internacional, que más que nunca, estará llena de sorpresas.


Para empezar, nada más ver el listado de pases P&I, nos damos cuenta que este año el número de salas para los screenings ha aumentado, siendo consecuencia también del cambio en la cantidad de films y tipos de secciones que podemos disfrutar con nuestra acreditación. 


Además, este año, este humilde crítico amateur disfruta de sus merecidas vacaciones durante casi todo el festival, por lo que se nos augura una cantidad de pases que durante las pasadas ediciones no tuvimos oportunidad de disfrutar.


Dicho esto, os dejamos con la primera parte de la crónica del festival 2023.


DIA 1 (24-Nov)


Lamentablemente no pudimos asistir al film que abría esta edición, “Perfect Days”, dirigida por el presidente del jurado, Wim Wenders (Más allá de las nubes, 1995), pero de todas maneras aunque no perfecto, tuvimos un buen estreno.


Se trata de uno de los seis films dentro de la sección Youth, para jóvenes promesas, de origen chino y titulado “A Song Sung Blue” de Geng Zihan en lo que es su primer largometraje dirigido, escrito y protagonizado por ella misma. En él nos muestra una historia de autoconocimiento y aceptación de uno mismo a lo largo de nuestras vidas, de cómo superar las barreras que se nos presentan y asimilar nuestros sentimientos confluyen para el nacimiento de la propia personalidad. 






Rodada en colores tenues de azul y rojo, y las más puras expresiones captadas en un estudio fotográfico, la autora consigue transmitir la “juventud” en imágenes.


Para nuestro segundo pase del día no decantamos por la sección Asian Future con “Tatsumi”, dirigida y producida por Hiroshi Shoji, quien ya ganara en 2015 el premio a mejor film de la sección Japanese Cinema Splash con su debut “Ken And Kazu”. 


En este caso, nos trae un film de gangsters y yakuzas de manual. Dos familias enfrentadas y una traición son el trasfondo de una trama que no destaca en nada más que el puro entretenimiento del momento. Lamentablemente, una historia que entra directamente a esa cesta de olvidados que no sirve ni para una tarde de cine en casa.


Pasamos página y nos dirigimos a nuestro tercero del día, también de la sección Asia Future, pero esta vez de origen Indio y basada en una historia real, la de la primera luchadora de Sumo de origen Indio. Se trata de “Sumo Didi” o “Hermana Sumo”, dirigida por el debutante Jayant Rohatgi y protagonizada por Shriyam Bhagnani (City of Dreams, 2021-23, Indian TV Show), la cual servidor tenía ganas de ver visionar como fan que soy del deporte nipón.


Es este un film que, coincidiendo con su guionista del mismo, nos envía un fuerte mensaje de empoderamiento y resiliencia. Una lucha contra esos estereotipos corporales y, a su vez, un homenaje a un deporte tan culturalmente profundo y con historia como lo es el Sumo en Japón. 






En el film solo se ven algunos detalles sobre los entrenamientos de los luchadores de Sumo y/o de la preparación tan meticulosa de las luchas en sí, pero está claro que cada acción, por mínima que sea, tiene un significado profundamente atado a las creencias budistas. También durante el entrenamiento de nuestra protagonista, podemos escuchar la siguiente frase en Japonés:  急がば回れ (Isogaba maware), que significa a grandes rasgos que los atajos no son buenos, el esfuerzo por mucho que sean años, de seguro lleva al éxito.


Y con esta reflexión nos dirigimos al último film del día dirigido por el autor Shinya Tsukamoto (Nobi, 2014), “Hokage”, con el que nos muestra una vez más los estragos, no sólo físicos sino también mentales, causados por la guerra.






Nada más aparecer la primera imagen en la gran pantalla ya se puede reconocer la fotografía propia de la filmografía del comprometido artista. En este caso, los colores son oscuros, con toques rojos y amarillos reflejando así la Ira que consume y convierte en un infierno la vida a todos aquellos que han pasado por alguna batalla.


Un guión con pocas palabras pero se explica a voces con dicha fotografía, llena de primeros planos largos mirándose entre personajes, que encogen el corazón y nos atrapa como si de una perfecta tejida telaraña se tratara. Telaraña que de nuevo lleva un mensaje envenenado para una nación antaño belicosa y que aún sigue con la herida abierta de tantas muertes sin sentido alguno.



Día 2 (25-Nov)


Sabiendo que el film con el que empezamos el día, nos despertamos una hora antes de lo normal para hacer cola en la entrada de la sala de cine, lo que no nos esperábamos era que “no se formara una”. Prensa e invitados simplemente se acumulaban en la zona como si estuvieran esperando el comienzo de las rebajas de navidad y al final, tras la mala organización, ni se respetó el orden de llegada…


En todo caso, tal aglomeración era de esperar ya que después de 6 años de su último trabajo, Takeshi Kitano (Zatoichi, 2003) nos trae “Kubi”, y como ya nos tiene acostumbrados, además de dirigir es también parte del elenco de actores que protagonizan el film. 




 


Kitano vuelve a la gran pantalla tras haber rehabilitado su show Takeshi’s Castle (Humor amarillo) con una versión humorística de una parte de la historia profundamente arraigada a la cultura japonesa,  el fin del shogunato de Oda Nobunaga y la traición de sus generales. 


No son pocas las obras referidas al Shogun que abrió las puertas del país a otras culturas y creencias, así como a las armas de fuego, pero sí la primera del autor en la que nos encontramos su toque cómico mezclado con el típico humor del sureste nipón. En definitiva, Beat Takeshi, aún a sus 76 años, tiene mucho que decir.


Y de Takeshi nos vamos a Takashi, en concreto Miike (Lesson of the Devil, 2012), con su film “Lumberjack the Monster” que añade a su larga lista de thrillers. Podríamos pensar que se trata de solo un thriller más protagonizado por psicópatas pero en este caso también abre debate sobre cómo son esas personas y porque han desarrollado esa personalidad, llegando a preguntarse si podría modificarse científicamente.






Lastima que con un argumento tan interesante el film falle por la elección de sus actores. Puede que el guión no de para más, pero de todas maneras ninguno de ellos hace creíble su papel, convirtiéndolo en otra pieza más para el montón “comercial”, y que seguro, en unos meses ya habremos olvidado.


Después de toda la mañana con Japón, cogimos un vuelo simbólico hacia Malasia, en el Sudeste asiatico, con una producción Malay/Singapurense. Se trata de “La Luna”, escrita y dirigida por Raiham Halim en el que es su estreno en la gran pantalla, una drama romántico basado en hechos reales y que nos acerca un poco a la vida en una pequeña villa fuera de las aglomeraciones de la capital, Kuala Lumpur.


Nos encontramos con una trama que intenta desarraigar esas creencias propias de la religión musulmana, obligatoria en el país, convirtiendo una pequeña villa en un lugar donde las mujeres puedan ejercer una libre expresión y ser tratadas iguales en la sociedad. Ahí es donde entra nuestra protagonista y su tienda de ropa interior, que le dará un tremendo revés de modernidad al líder de la villa.







Según el director, parafraseando sus palabras del Q&A tras del film, él mismo quería contar la parte oscura de la religión musulmana con una crítica de trasfondo cómico, pero que fue el propio reparto del film quien con sus actuaciones tomaron el control y la esencia del mismo cambió de rumbo y se convirtió en el drama romántico con base crítica que hemos podido ver en la sala.



Dia 3 (26-Nov)


Con la experiencia ya obtenida del primer día, nos dirigimos de nuevo a la misma sala pero esta vez con mucha menos antelación. Normalmente los films de animación de origen nipón atraen mucho la atención de invitados y prensa, pero para nuestra sorpresa, en la sala de espera sólo había unas 10 personas.


El anime que nos pertoca nos cuenta la historia de lo que podría ser cualquier negocio familiar con sus altibajos. Se trata de “Komada - A Whisky Family”, dirigida por el novel Yoshihara Masayuki, uno de los animadores de la obra de culto de animación por excelencia: Ghost In the Shell (Mamoru Oshii, 1995).






Sutil trabajo que con solo una imagen del mismo ya se puede ver el curado detalle con el que nos deleitan con cada fotograma. Imágenes que expresan el mensaje sobre la juventud, sobre el tiempo necesario que se necesita para madurar sin apresurar las cosas, eligiendo el tema del Whisky como analogía, por el tiempo que se necesita para que nazca un buen producto (mínimo 3 años), y sentar las bases de lo que será su personalidad, actitud y situación en el mundo.


Con la mente aún dentro de un vaso de whisky nos dirigimos al segundo film del día, también con una historia familiar. En este caso, elegimos su visionado debido a que el protagonista de una de las historias es uno de los actores favoritos de un servidor, Oguri Shun (Lupin the Third, 2014). Hablamos de “Family”, que dirige Sawa Kan, ganador del Asian Film Awards for Best Costume Design con “13 Assassins” (Takashi Miike, 2006).



   



Oguri nos defrauda eligiendo otro film que podemos añadir a la larga lista de dramas familiares que tanto gusta al público japonés pero que lamentablemente no tienen el nivel como para trascender como es el caso de la obra de directores como Hirokazu Koreeda (Manbiki Kazoku, 2018). El argumento en cuestión, basado en el cómic de Tsuchida Seiki con el mismo título, trata sobre 4 diferentes familias y los fantasmas del pasado que intentan superar. 


En cambio nosotros lo que intentamos superar es… El sueño que nos ha provocado, ya que si no lo hacemos no podremos disfrutar del siguiente pase del día con el gran compositor Ryuichi Sakamoto, quien falleció el pasado Marzo y nos dejó con un último Piano Concert. Hablamos de “Ryuichi Sakamoto: Opus”, dirigido por Neo Sora, quien llevaba trabajando con el mismo Ryuichi Sakamoto desde 2022 con “Ryuichi Sakamoto: Playing the piano 2022”.







Creemos, sin duda alguna, que Ryuichi Sakamoto es uno de los grandes músicos que ha dejado huella en el panorama Techno, pero no tenemos que olvidarnos que sus fundamentos son clásicos, por lo que es un deleite poder contemplar toda una hora y media al artista con su piano, nada más y nada menos. El director plasma brillantemente la fragilidad de un Sakamoto, a quien se le diagnosticó un cáncer el pasado 2021, en la creación de este concierto póstumo.


Salimos del concierto que nos ha transportado a otro mundo para seguir buscando el sonido de la mano de Sugita Kiyoshi (Listen the Light, 2017) y su “Following the sound”, film con el que nos relata una historia lo más parecida a Marco y la famosa búsqueda de su madre.







Partimos de un argumento comprensible, la búsqueda de sí misma a través de la relación con su madre, pero la forma de contarlo es tan abstracta que nos fue imposible entrar en la historia. Recibimos un cúmulo de imágenes del que probablemente solo los creadores entiendan su significado. No dejamos la sala porque un servidor cree que es una falta de respeto hacia los trabajadores de la obra, pero sin duda hubo muchos que se levantaron del asiento para abandonar la sala.

 

Y así acabamos los primeros tres días, con 7 de 11 obras. Atractivos proyectos en su mayor parte que aseguran una buena base para las siguientes propuestas.



Por Santiago Maroto