Cobertura Sitges22. Fase I


Una nueva edición, un nuevo año y unas ganas renovadas de revivir las emociones que el cine fantástico y de terror nos hacen disfrutar tanto. La 55 edición del Festival Internacional de cine Fantástico de Catalunya da su pistoletazo de salida con paso firme. 


En aras de romper la rutina empezaremos esta andanza festivalera con una doble inauguración. 


Brian and Charles (Dir. Jim Archer) es el film escogido para abanderar en su primer día a la sección Noves Visions, nuestro bastión de nuevas miradas y felices encuentros con la novedad del género.




Esta naif fábula se rodea de pocos componentes realistas para vertebrar una simpática historia acerca de la soledad y las relaciones interpersonales. 

El protagonista, inventor aficionado decide hacer un robot y simplemente lo hace. Éste, pasa por todas las fases de crecimiento desde la infantil, pasando por la adolescencia, hasta la adultez, acompañando a su vez a su creador hacia una existencia más abierta a los demás y menos retraída.

Que la cinta esté grabada como si de un documental se tratara, hace que todo parezca, irónicamente más irreal y al tiempo suba a nivel de género sin que, empero, deje de ser exactamente lo que parece. Un Wallace y Gromit curioso.


Le toca el turno a otra Inauguración, la del festival en si con lo nuevo de Jaume Balagueró, Venus.




Abanderado por el mismísimo Álex de la Iglesia, el nuevo film del codirector de REC te deja bastante frío.

Durante el principio del visionado, imposible fue no viajar mentalmente y rememorar el fantástico principio de la laureada Titane (Dir. Julia Ducournau) para denotar la línea tan dispar que Venus escoge. Ambos filmes, curiosamente, empiezan con mujeres ganándose la vida con sus exuberantes cuerpos y sin embargo ya desde estos primeros segundos las comparativas son inabarcables.

Como si de una actualidad distorsionada se tratara, la película cree aplicar elementos de la en pro de lo femenino, sus protagonistas principales e incluso su título son muestras de ello. En todo caso, todo se queda en una mera excusa o más bien fachada para perpetuar las mismas estructuras que pensábamos ya deberían pertenecer al pasado. No contentos con esto tampoco vemos una capacidad de aclararse en el tipo de film que se tiene entre manos, vertebrándolo con guiños a la carrera del director sin una unidad lógica. A la postre, crea más dudas que divertimento. Una lástima.


Retomamos nuestro camino a Noves Visions con la iraní Zavala (Dir. Arsalan Amiri).




Un pueblo condenado por sus creencias y sus tradiciones. Un intento forzoso por transportarlos a la razón más propia de los nuevos tiempos. Una situación insostenible e inevitable.

El jefe de la policía, hastiado por la forma de exorcismo utilizada en el pueblo que da nombre a la película, toma medidas drásticas que lo conducen a perder su trabajo. Resistiéndose a dejar su puesto, en un intento de evitar lo que para sus ojos son acciones inútiles, llegará a debatir internamente sus propias creencias frente a la intensidad y, a la postre, efectividad de las sugestiones y el pensamiento mágico que aún abunda por el mundo.  

Aunque finalmente se logren desbloquear traumas y sentimientos. El coste será alto.



La definición de Noves visions queda representada en una extraña forma con Arde! (Dir. Paco Campano).




Este abyecto trabajo que forma parte de una serie de 11 películas, viene a ser un homenaje al sexplotation que abanderó Armando Bó en su Argentina natal.

El propio director confesó, honradamente, que a parte de ser un trabajo de encargo, hizo el guión durante una mañana de borrachera, condiciones perfectas para crear este universo sexual tradicional en donde la mujer no es otra cosa que un cuerpo voluptuoso que crea y provoca el deseo del hombre…   

Poco más que añadir a parte de ser un tributo a unas obras que se atrevieron a desafiar la censura y lideraron el destape de su país. 



Cerramos el primer día de festival con la esperada Flux Gourmet (Dir. Peter Strickland).



¿Qué hace de algo arte? ¿Tiene acaso límites y limitaciones? El nuevo trabajo del aclamado director de Berberian Sound Studio (2012) o In Fabric (2018) contextualiza su historia en una residencia artística, exclusiva y elitista. El grupo performático escogido para ocupar la temporada experimenta y trata de evolucionar su espectáculo: el catering sónico. 

A partir de esta premisa, el autor contrapone conceptos de forma irónica y ácida al mismo tiempo, siendo la escatología uno de los elementos utilizados como fuente de inspiración y al tiempo expiación, todo ello impregnado con el juego sonoro que tanto le caracteriza, lo que mezclado con la gastronomía y los toques de feminismo ardiente hacen de la película toda una aventura sensorial.


Ideológicamente hay ciertos paralelismos, salvando las distancias, con Crímenes del Futuro, última obra de Cronenberg. En donde igual que en el film que nos ocupa, se explora el sentido mismo del arte a nivel personal y social. 



Arranca el segundo día del festival y escogemos la gélida Polaris para empezar.



Dirigida por la cineasta Kirsten Carthew, este Mad Max antártico nos cuenta la aventura de una niña criada en la naturaleza que se ha de enfrentar con una sociedad brutal, despiadada y casi carente de humanidad.

La protagonista profesa una comunión casi simbiótica con su entorno teniendo la capacidad de comunicarse con Polaris, un astro en el cielo estrellado. Esta realidad choca de frente con el resto de personas, concretamente adultas, que se encuentra en su forzoso camino, más volcadas en la propia supervivencia a corto plazo que en cualquier tipo de regeneración, para reforzar esta dicotomía, casi filosófica, el personaje principal no conoce ni el idioma de éstas. Por supuesto, durante el metraje aparecen excepciones como la candidez o la civilización encarnadas en dos personajes, el de una sabia anciana que aun no pudiendo superar la barbarie, no pretende perpetuarla y el de la guerrera verde, una promesa para un futuro más atento a la natura.



Dejamos el frío invierno y nos volcamos en las frías garras de uno de los iconos del cine de terror con Hollywood Dreams & Nightmares: The Robert Englund Story (Dir. Gary Smart, Chris Griffiths).



Este es el primer documental versado en la obra y figura del actor bajo la máscara de Freddy Krugger. En él, recorremos la vida de un artista que tiene el privilegio poco común de haberse convertido en un referente mundial.

 

La película es un emotivo trabajo en el que tenemos la oportunidad de conocer de primera mano a nuestro ídolo, alguien que fue y va más allá de su interpretación de monstruos, alien incluido (recordemos a Willy en V), y que ha tenido una carrera ejemplar desde sus inicios teatrales, en contra de los deseos paternos, pasando por papeles secundarios, hasta la profesionalización especializada. Para completar este cuadro del actor, caras conocidas como: Heather Langenkamp (la compañera de fatigas en Pesadilla en Elm Street), Lance Henriksen (otro dios del género), William Katt (entrañable superhéroe americano), Tony Todd (Tony, tony, tony), Kane Hodder (real Jason), Diane Cary (compañera de V) y especialmente Nancy Booth (directora de arte y esposa de Englund).


Además de la presentación, tras el disfrute del pase contamos con un QnA con la presencia del propio Englund y los actores.


Memorable la ternura, la humildad y el sentimiento de gratitud de una estrella de la talla de Robert Englund. Gracias.



La guinda del día la ponemos con una de las películas destacadas del año, hablamos de Cerdita dirigida por Carlota Pereda.




Cosechando multitud de premios con el cortometraje de mismo nombre, entre ellos el Goya al mejor cortometraje, Pereda se lanza al largo con excelente resultado, no en vano se alzó con el Méliès D’Or al mejor film.


Dicho esto, solo queda decir que verdaderamente se trata de una extensión notable del corto, una excelente resolución a la historia planteada, dotada de muy buena factura y una muy buena elección de elenco que brilla con el acertado guión. Destacamos el mensaje que lejos de derivar en un entretenimiento sanguinario es capaz de superar traumas y ponerte en situación de disertaciones que pueden marcar la vida de una persona. En definitiva, llevar la fantasía a la realidad.

 

Seguimos…



Por Silvia García Palacios