El espacio extraordinario

Ya queda menos y podemos seguir celebrando el cine con “Color Out Of Space” de Richard Stanley.




Este es un trabajo lleno de sorpresas, gratas sorpresas. El hecho de que el film sea en su mayor parte convencional, desvincula de las expectativas creadas al tiempo que deviene un trampolín para el espectacular desenlace Lovecraftiano que posee. 


Todo empieza y acaba con un meteorito que trae un color consigo. Todo lo que le rodea empieza a efectuar un cambio y ya nada será lo mismo. Esta progresión se centra sobretodo en los protagonistas liderados por el siempre histriónico Nicolas Cage y una transformada Joely Richardson que, junto a sus tres hijos, se enfrentarán a lo inimaginable. 


Impresionante trabajo que no ha querido desvincularse de la simbología brujeril ni las insinuaciones a ese mundo oculto y desconocido bajo nuestros pies que tanto ha estado presente en la vida y obra del director. Un filme, que esconde mucho más de lo que su superficie muestra y que de seguro traerá mil lecturas y profundos análisis.  



   

Seguimos y cambiamos de color con la super divertida “Extra Ordinary” de Mike Ahern & Enda Loughman.




Acierto tras acierto de guión, el primer film de estos endemoniadamente talentosos irlandeses se eleva como la mejor comedia de fantasmas hasta la fecha, sabiendo recoger referencias y estereotipos del subgénero de fantasmas y exorcismos, transformándolos en gags tan deliciosamente buenos como su propio título ya parece indicar. 


No se quedan atrás para nada los protagonistas, culpables de poner el peso de la comedia sobre sus hombros y responsables de que a los espectadores se les desencaje la mandíbula de la risa. Encabezando el excelente reparto es de destacar el trabajo de la también irlandesa y comediante Maeve Higgins encargada en la pantalla de luchar contra un demoníaco plan.


Más que recomendable.  



Acabamos este buen día con el documental “Phil Tippet - Mad Dreams And Monsters” de Gilles Penso & Alexandre Poncet.





Dotado de increíbles imágenes, el film da un repaso a la trayectoria del excelente y humilde creador de ilusiones americano que pese a sus dos oscars insiste en que lo último que le importa es la fama. 


Un interesante trabajo en el que hay sitio para ver el cómo, porqué y hacia donde de una carrera tan prolífica y significativa para el séptimo arte. Heredero “bastardo” de Harryhausen, Tippet profesa su amor por el stop motion y la imaginación monstruosa al poder como expresión propia de rabiosa necesidad vital, y lo hace desde el punto de vista de una persona íntegra y sencilla. Simplemente tan adorable como sus creaciones.

 

La gran virtud del documental radica en que más allá de Star Wars, Indiana Jones, Robocop, Jurassic Park y un largo etcétera se encuentra algo mucho más atrayente para descubrir y rememorar, todos esos artistas que están detrás, soñando para nosotros, recreando la fantasía.



Por Silvia García Palacios