Nazis, asesinos, héroes y evolución

Quedan pocos días de festival y nos despertamos con que los nazis siguen haciendo de las suyas en “Overlord” un film producido por Bad Robot que rezuma a “Deadsnow” por lo que argumento y zombifilia se refiere.





Ahora bien, este film norteamericano de infame presupuesto dirigido por Julius Avery no se aguanta por muchos buenos efectos tenga al inicio y hacia el final del mismo ya que su argumento es tan conveniente a sus propósitos que roza el insulto al espectador. Ni que decir que tal parece una versión enrarecida del final del Episodio VI de Star Wars en el que han de volar la el generador del escudo de los imperialistas. De poco vale que el protagonista sea alguien que claramente no quiera matar (pues acaba haciéndolo) y que decidan proteger a la humanidad escondiendo un “arma” que no debe tener nadie.




Dejemos a los zombis y la sobreexplotada segunda guerra mundial y volvamos a nuestro país para ver el nacimiento de “Superlópez” de la mano del director Javier Ruiz Caldera, responsable también de “Anacleto, agente secreto” de 2015.

 


 

 

 

 

Este extraterrestre que aterriza en España, más que nada es un anti héroe prototípico, con un trabajo gris, un jefe-amigo algo repelente y una desidia importante frente la vida. Es por esto que extraña el motivo por el cual, la chica del film se siente atraída por él ya que no sólo lo supera en inteligencia sino también en valor y saber estar. Ésta, eso sí, está interpretada brillantemente por Alexandra Jiménez, lo único destacable de una película que juega peligrosamente con estereotipos sin saber llevarlos eficazmente a la buena comedia y la comedia comiquesca como nos ha deleitado Fesser en varias ocasiones (obviando si son o no buenas adaptaciones -esta no lo es-). Una pena.

 

Y de los superpoderes nacionales, vayamos a la simple historia de liberación y pasión con “Beast”.

 

 

 



Contextualizada en un archipiélago aislado del Canal de la Mancha, este film británico dirigido por el novel Michael Pearce tiene la gran virtud de haber llevado a la gran pantalla un guión excelente en el que las vías interpretativas se abren gratificantemente en una historia de confianza, amor y autoconocimiento.

La protagonista es una joven reprimida por una implacable madre y una comunidad superficialmente normalizada, obviamente racista entre otras lindezas, que gracias a un joven consigue la escalera para escapar de pozo sin fondo en el que su naturaleza rebelde se hallaba. Ahora bien, se ha de enfrentar a una prueba de fe donde ella misma será confrontada y dependiendo de esta su camino será uno u otro.  


Finalizamos la jornada con un film de superhéroes y es que el Santo, en tanto que guerrero enmascarado, bien da la talla.



Dirigida por el mexicano Joselito Rodríguez, este clásico incontestable e inicio de una prolífica saga se recupera dentro de la sección de Seven Chances, como no, auspiciada en el cine Prado.

Este naif film es casi un cómic en imágenes tanto por actores como por la historia, atropellada per bien intencionada. Una joya que es de agradecer ver en cine y que se conserve, en esta ocasión, de la mano de NWR.


Nos recuperamos ligeramente del Santo para cambiar de tercio y adentrarnos en un film de puro syfy con muertes brutales y ciertos toques de Inteligencia artificial interesantes con “Upgrade” film dirigido por Leigh Whannell, conocido sobretodo por su participación el la saga de Saw.




Obviando el autodirigido y algo perverso desenlace del film, este es disfrutable, sobretodo por la forma en la que se suceden los decesos de los pobres malotes que se ponen por delante del protagonista y su “compañero” Stem en esta carrera sin retorno de venganza futurista. En todo caso, la presentación de un futuro no tan lejano en el que la tecnología se apodera literalmente de nuestras vidas es un punto aterrador y se pone de manifiesto como un tema en el que pensar y valorar.



Por Silvia García Palacios